lunes, 18 de marzo de 2013

CARTA DE NUESTRO PADRE OBISPO VIRGINIO



                                                                                                                                                                                             Neuquén
14 de marzo de 3013
                                   Prot. Nº. 0016/13
A todos los miembros de la Iglesia que está en Neuquén     
                                                                   
Queridos hermanos y hermanas:

Comparto con todos Uds. la alegría que inunda nuestro corazón de creyentes por tener ya al Nuevo Pedro que Dios regaló ayer a la Iglesia y al Mundo en la persona del Card. Bergoglio.  Alegría que se amplía por haberlo escogido entre los hijos de nuestro Pueblo Argentino y miembro de la Iglesia Católica que peregrina en Latinoamérica.

                Este privilegio es para nosotros no un simple motivo de gloria, sino un llamado profundo del Señor a un mayor compromiso de santidad de vida y de apostolicidad  como discípulos misioneros de Jesucristo, para que toda la humanidad tenga vida plena en Él. Por eso hemos de acrecentar nuestro empeño de oración por Francisco I y nuestra adhesión en la fe a su persona y magisterio, a fin de que su ministerio apostólico sea muy fecundo, pueda mantener su identidad carismática y pueda dar las respuestas adecuadas a los desafíos que los tiempos actuales plantean a la Iglesia.

Invito por lo tanto a todos los miembros de la Iglesia Neuquina a redoblar su entrega a Jesucristo, su inspiración en el Evangelio y su acción misionera en favor de una Iglesia más simple, humilde, servidora y evangelizadora de todos. Francisco I, a través del nombre que adoptó, que evoca a San Francisco de Asís y a San Francisco Javier, nos propone un camino de sencillez franciscana (ajeno a todo poder humano)  y de ardor misionero.

                En nombre de toda la Diócesis le he enviado un telegrama que dice lo siguiente: “Beatísimo Padre: La Iglesia que está en Neuquén te acoge con alegría. Te reconoce como Sucesor de Pedro y regalo de Dios para nuestro tiempo. Te ofrece el incondicional apoyo de su oración y obediencia en la fe. Te encomienda a María y a José. Te saluda con afecto filial implorando tu bendición”.

                Les informo también que, en mi servicio de vice-presidente 1º de la CEA, estuve evaluando la posibilidad de ir a Roma para participar a la inauguración oficial de su pontificado; pero el Santo Padre telefoneó a la Nunciatura y a la CEA pidiendo a los Obispos Argentinos que no vayamos a Roma y que destinemos el importe del viaje en ayuda a los pobres. Por esa razón suspendí lo que estaba proyectando.

                Quiero finalmente expresarles mi satisfacción por cómo la Iglesia Neuquina acompañó con su oración todo este tiempo, desde la renuncia de Benedicto XVI hasta la elección de Francisco I. Anoche la presencia de los fieles en la Misa desbordó totalmente la Catedral, y lo mismo pasó en varias parroquias que se comunicaron conmigo. Una vez más, los pastores de la Iglesia somos evangelizados por la fe simple y humilde de nuestro pueblo creyente que, en este caso, recibió la elección de Francisco I como un  gran regalo del Señor para la Iglesia y para toda persona de buena voluntad. Por todo esto agradezco a Dios y a todos Uds.

                El martes 19 de marzo, día de San José y fecha de inicio oficial del ministerio del Nuevo Pedro, unámonos a él a través de la celebración eucarística que se haga en cada parroquia y capilla de la Diócesis.

                Saludo y bendigo a todos con afecto y gratitud, en la espera de encontrarnos todos los que podamos en la celebración de la Misa Crismal, el próximo 21 de marzo, a las 20.00 horas, en la Iglesia Catedral de Neuquén.

+ Virginio D. Bressanelli scj
padre obispo de Neuquén

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